Maria Edgeworth | Traductora: Noemí Jiménez Furquet | 320 páginas | Tapa blanda con solapas | Guía de lectura
Sinopsis:
Un mundo donde la vanidad lo es todo, intrigas, devaneos y una joven entre dos hombres completamente diferentes.
Después de casar a media docena de sobrinas con caballeros de gran fortuna, la señora Stanhope quiere asegurarle el mejor futuro a la última de ellas, Belinda, y nadie más adecuado para introducirla en la alta sociedad que su amiga lady Delacour, la mujer más frívola e influyente de todo Londres. De su mano, la joven se sumerge en un mundo deslumbrante, en el que brilla con luz propia el encantador Clarence Hervey, aunque las fiestas y los devaneos ocultan secretos y tragedias, y las amistades más deslumbrantes esconden intereses ocultos.
Después de casar a media docena de sobrinas con caballeros de gran fortuna, la señora Stanhope quiere asegurarle el mejor futuro a la última de ellas, Belinda, y nadie más adecuado para introducirla en la alta sociedad que su amiga lady Delacour, la mujer más frívola e influyente de todo Londres. De su mano, la joven se sumerge en un mundo deslumbrante, en el que brilla con luz propia el encantador Clarence Hervey, aunque las fiestas y los devaneos ocultan secretos y tragedias, y las amistades más deslumbrantes esconden intereses ocultos.
En medio de la agitada vida de finales del siglo XVIII, Belinda deberá escuchar a su mente y a su corazón, tomar decisiones arriesgadas y descubrir su propio camino. Una historia de amistad, de amor y de autodescubrimiento, de la mano de una de las autoras más admiradas por Jane Austen.
Maria Edgeworth (1768-1849) fue una escritora angloirlandesa. La segunda de veintidós hermanos (su padre se casó cuatro veces), recibió una educación liberal y fue una mujer muy comprometida con asuntos sociales como el racismo, las hambrunas que asolaron Irlanda, el injusto sistema de arrendamientos establecido en el país o la educación de la mujer, de la que su padre fue siempre firme partidario. Escribió diversos ensayos, cuentos para niños y novelas. Muy popular en su época, fue una de las autoras favoritas de Jane Austen, que incluso llegó a mencionarla en sus obras. Entre sus novelas, que siempre tenían un propósito moral, destacan El castillo de Rackrent (1800), Belinda (1801) o Ennui (1809).
Ver que Babelio ofrecía Belinda de Maria Edgeworth para reseñar a través de Masa Crítica fue mi perdición. Una novela de finales del siglo XVIII que, siguiendo ese estilo que tanto adoro de las novelas históricas románticas, me hace ver una vez más que este tipo de historias son completamente para mí.
Maria Edgeworth es una autora de la que conocía su nombre, pero nunca había tenido el placer de leer. Jane Austen fue una gran admiradora de esta autora y de ahí que hubiese visto algo sobre ella en alguna ocasión. Aun así, a diferencia de con las novelas de Jane Austen, las de Maria Edgeworth son más complicadas de encontrar en España.
En Belinda, su protagonista es una chica joven con una posición más o menos respetable dentro de la sociedad. Al llegar a Londres, es la conocidísima Lady Delacour quien la introduce en la sociedad londinense y le hace partícipe de muchos de los secretos que se esconden tras esa fachada de perfección y amabilidad de todos los presentes. Belinda tiene un gran inconveniente en su contra: está siendo apoyada por su tía, la señora Stanhope, conocida por ser una gran casamentera por haber conseguido casar a todas sus sobrinas, de dudosas cualidades según las habladurías, con caballeros de la alta sociedad. La gran mayoría de los hombres tienen muchos prejuicios contra Belinda debido a ello, pero con la ayuda de Lady Delacour y el ímpetu de la propia Belinda, eso está a punto de cambiar.
Es muy curiosa la diferencia evidente entre Belinda y Lady Delacour. Mientras que la primera es la típica muchacha jovencita, recatada y tímida, Lady Delacour está más que curtida en la vida. Incluso teniendo en cuenta los lugares en los que se encuentra, es de las que dicen lo que se le pasa por la cabeza, completamente sincera, abierta e incluso podría decirse demasiado abierta y explícita para la época en la que se encuentra sobre sus sentimientos. Es más, una de las conversaciones que tienen ambas, en la que Lady Delacour explica parte de su pasado a Belinda, con sus idas y venidas, no tiene desperdicio alguno.
Y en medio de todo está Belinda, con una decisión bastante importante para su vida: la del matrimonio. La autora da muchos detalles sobre la sociedad de la época y las situaciones de los diferentes personajes que van apareciendo en escena. Ayuda muchísimo a comprender cómo vivían realmente y de qué manera algunos de ellos y consigue transportar al lector perfectamente dentro de la novela. Una crítica muy buena a la par que inteligente de esta sociedad, que trata sobre diferentes temas como el juego, la esclavitud, los matrimonios concertados... tanto que incluso en su momento fue considerada una obra polémica por ocurrir un matrimonio interracial en ella.
Quedo con ganas de más de esta autora. Ha sido una primera toma de contacto muy agradable y no dudaré en repetir.