Hoy vengo con la reseña de un libro que ha conseguido enamorarme de principio a fin *___*
Autora: Amabile Giusti
Editorial: Esencia
ISBN: 978-84-08-13732-0
Páginas: 312
Editorial: Esencia
ISBN: 978-84-08-13732-0
Páginas: 312
Edición: Tapa blanda sin solapas
AMABILE GIUSTI nació en Calabria y a día de hoy sigue viviendo allí, justo en la punta de la bota, entre el mar y la montaña, junto a una extensión de verdor que vista desde lo alto se asemeja a la silueta de un caballito de mar. Frecuentó el liceo clásico y se licenció en Derecho. Trabaja de abogada, pero no se siente como tal. Su verdadera vida está entregada a la escritura. Es una de esas personas que escuchan mucho y hablan poco, pero cuando escribe no hay quien la pare...
Amabile ha publicado las novelas Nin c’è niente che fa male così, Cuore Nero y Odyssea.
Encontrarás más información de la autora y su obra en:
www.facebook.com/AmabileGiustiPaginaUfficiale
www.facebook.com/amabile.giusti

Tras una presentación más que atrayente de esta novela, dentro de la bolsa de papel naranja, con la nota de prensa y la crema hidratante (que por cierto, estoy usando la crema y es estupenda) y las reseñas más que positivas que he ido leyendo sobre ella, mi predisposición a leerla no podía ser más alta.
La sinopsis ya presentaba una novela de lo más divertida, un chick-lit en estado puro, por lo que ya tenía la sensación de que si la autora sabía llevar bien la situación, acabaría encantadísima con ella. Lo que sí que no me había imaginado es que llegaría a gustarme tanto, que perdería unas cuantas valiosas horas de sueño por el camino.
La historia tiene como protagonista a Carlotta, una chica que pasa por la treintena y para desgracia de su madre, (quien tiene mucha tela, por cierto), todavía no tiene pareja, ni un trabajo fijo y estable, ni tampoco se considera una belleza que pueda conseguir pareja en el momento que se lo proponga, antes que terminar sola el resto de su vida. Muy dramático todo, vamos.
Sinopsis:
Carlotta está a punto de cumplir los treinta y se considera una gafe crónica. Sólo llega al metro sesenta con tacones altos, tiene una familia que está completamente loca y no ve en el horizonte a un novio como Dios manda. Y por si eso fuera poco, acaba de dejar su trabajo y ahora se ve obligada a alquilar una de las habitaciones de su apartamento para llegar a fin de mes.
Luca, el nuevo inquilino, tiene muchos pros: es escritor, guapísimo y muy simpático, pero en cambio: es desordenado, fuma mucho y suele llevar a sus conquistas a casa. A pesar de que Carlotta nunca lo admitirá, se está enamorando de ese macho depredador que trata a las mujeres como a objetos de un solo uso.
Entre su madre pidiéndole que se centre de una vez, un nuevo trabajo que debe inventarse y muchos encuentros cercanos con Luca y sus novias, Carlotta aprenderá que para convencer al resto del mundo de sus posibilidades primero tiene que creer en sí misma y aceptarse tal como es: una mujer verdadera, ni jovencísima ni bellísima, pero llena de determinación y capaz de encontrar su lugar en el mundo.
Carlotta está a punto de cumplir los treinta y se considera una gafe crónica. Sólo llega al metro sesenta con tacones altos, tiene una familia que está completamente loca y no ve en el horizonte a un novio como Dios manda. Y por si eso fuera poco, acaba de dejar su trabajo y ahora se ve obligada a alquilar una de las habitaciones de su apartamento para llegar a fin de mes.
Luca, el nuevo inquilino, tiene muchos pros: es escritor, guapísimo y muy simpático, pero en cambio: es desordenado, fuma mucho y suele llevar a sus conquistas a casa. A pesar de que Carlotta nunca lo admitirá, se está enamorando de ese macho depredador que trata a las mujeres como a objetos de un solo uso.
Entre su madre pidiéndole que se centre de una vez, un nuevo trabajo que debe inventarse y muchos encuentros cercanos con Luca y sus novias, Carlotta aprenderá que para convencer al resto del mundo de sus posibilidades primero tiene que creer en sí misma y aceptarse tal como es: una mujer verdadera, ni jovencísima ni bellísima, pero llena de determinación y capaz de encontrar su lugar en el mundo.

Amabile ha publicado las novelas Nin c’è niente che fa male così, Cuore Nero y Odyssea.
Encontrarás más información de la autora y su obra en:

La sinopsis ya presentaba una novela de lo más divertida, un chick-lit en estado puro, por lo que ya tenía la sensación de que si la autora sabía llevar bien la situación, acabaría encantadísima con ella. Lo que sí que no me había imaginado es que llegaría a gustarme tanto, que perdería unas cuantas valiosas horas de sueño por el camino.
La historia tiene como protagonista a Carlotta, una chica que pasa por la treintena y para desgracia de su madre, (quien tiene mucha tela, por cierto), todavía no tiene pareja, ni un trabajo fijo y estable, ni tampoco se considera una belleza que pueda conseguir pareja en el momento que se lo proponga, antes que terminar sola el resto de su vida. Muy dramático todo, vamos.
Erika le gusta exhibirse. Se lo puede permitir, no cabe duda. Cada Navidad se presenta con un maromo nuevo... y, con frecuencia, para fin de año ha cambiado de chico, con gran confusión de la tía Porzia, que le cogió cierto afecto a un tal Dammler, aunque Erika jura no haber conocido nunca a alguien con un nombre tan ridículo. Yo creo que la pobre tía, octogenaria y un poco sorda, se refiere a la Nochevieja de hace tres años, cuando mi querida hermanita pasó las campanadas de medianoche encerrada en el cuarto de baño del primer piso, trajinándose a un tipo con el cabello teñido de violeta, al tiempo que le gritaba con fuerza algo parecido a «¡Dámelo, dámelo!».
En resumen, Erika es una pedorra.
En resumen, Erika es una pedorra.

A esta ecuación hay que añadir un tal Luca, el compañero de piso de Carlotta. Es un mujeriego de cuidado. Cada día trae a una chica diferente a casa (nota importante: nunca repite) y organiza unos conciertos de los que la pobre Carlotta no puede salvarse. Pero claro, la situación no sería tan violenta si solo fuese eso. El problema, es que ella está enamoradita hasta las trancas de Luca desde hace tiempo y eso la está matando. Su único consuelo es que él no encuentre el amor de verdad.
-¿Por qué no hablas de ti? Serás un gran experto del sexo, pero en cuanto a besos, seguro que das pena.
-¿Y tú qué sabes?
-Estás siempre tan ocupado aullando, que es imposible que puedas dedicar el tiempo necesario a los besos.
-Yo beso exactamente igual que follo, a lo grande.
-¿Te has ofendido?
-No, solo digo que una pardilla como tú no puede permitirse discutir eso. -Pues yo digo que eres un presuntuoso.
-Ven aquí, pedorrilla impertinente.
En un instante, se pone en pie, me coge por las solapas del albornoz y me besa. OhDíosmio. Me sacude por dentro, pero su beso es leve, perfumado de café, lento y no se limita a un vaivén inexorable de la lengua, sino que se detiene, me muerde los labios, me los acaricia, luego vuelve, se sumerge, me atrapa en un bucle. Aleja la cara y me mira con aire desafiante… y con su sonrisa más insolente.
-¿Y bien? ¿Qué te parece?
-Bueno… -Finjo cierto desapego, finjo que las piernas no se me han convertido en plastilina y que no me tiemblan bajo el albornoz-. No sé, nada del otro mundo…
-¿Quieres guerra?
-¿Y tú qué sabes?
-Estás siempre tan ocupado aullando, que es imposible que puedas dedicar el tiempo necesario a los besos.
-Yo beso exactamente igual que follo, a lo grande.
-¿Te has ofendido?
-No, solo digo que una pardilla como tú no puede permitirse discutir eso. -Pues yo digo que eres un presuntuoso.
-Ven aquí, pedorrilla impertinente.
En un instante, se pone en pie, me coge por las solapas del albornoz y me besa. OhDíosmio. Me sacude por dentro, pero su beso es leve, perfumado de café, lento y no se limita a un vaivén inexorable de la lengua, sino que se detiene, me muerde los labios, me los acaricia, luego vuelve, se sumerge, me atrapa en un bucle. Aleja la cara y me mira con aire desafiante… y con su sonrisa más insolente.
-¿Y bien? ¿Qué te parece?
-Bueno… -Finjo cierto desapego, finjo que las piernas no se me han convertido en plastilina y que no me tiemblan bajo el albornoz-. No sé, nada del otro mundo…
-¿Quieres guerra?

En definitiva, Treintañera (y a mucha honra), es una novela ideal para recuperar el interés por la lectura. Una novela romántica, con un lenguaje muy actual y directo, que consigue enganchar desde el principio y enamorar hasta el final.
Nos leemos!!
Muchas gracias a la editorial por el envío del ejemplar
La sinopsis tiene buena pinta, la portada me parece muy bonita, y si encima te ha gustado...Creo que se va de cabeza a mi wishlist :)
ResponderEliminarMuchísimas gracias por la reseña, tenía dudas con este libro pero voy a pedirlo ahora mismo, me llama un montón y tengo ganas de cosas frescas. Un beso
ResponderEliminarHola :) Es el tipo de novela fresca que me gusta, por lo que terminare leyéndolo, aunque creo que lo comprare para verano.En esa época me apetecen más estas lecturas. Un besito guapa ^^
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarQuiero leer este libro desde que leí la primera reseña ^^ Me gustan mucho las novelas divertidas con las que te ríes y desconectas un poquito, así que espero hacerme con él pronto y disfrutarlo =)
¡Besos!
Iba a comenzar este libro, pero me dio un poco de miedo por alguna critica que leí de el, a pesar de que me parecía divertido, pero tu reseña lo pone bastante bien.
ResponderEliminarBesos!
He visto gran variedad de comentarios al respecto asíq ue... creo que será mejor que saque mis propias conclusiones. Así pues... en mi wishlist está :)
ResponderEliminar¡¡ Nos leemos !!
La quiero leer pinta genial!!!
ResponderEliminar