Reseña Nada más verte, Mhairi McFarlane

Hola holaaaaaaaaaaaaa

Os traigo la reseña de uno de los mejores libros con el que mejor me lo he pasado por el momento!

Nada más verte

Autor: Mhairi McFarlane
Editorial: Libros de seda
ISBN: 9788415854302
Páginas: 436

Edición: Tapa blanda con solapas

Sinopsis:
¿Qué pasa cuando aquel que desapareció de tu vida regresa?

Rachel y Ben. Ben y Rachel. Ambos contra el mundo. Hasta que todo se vino abajo. Ha pasado una década desde la última vez que hablaron, pero cuando Rachel se topa con Ben un día de lluvia, todo ese tiempo parece desvanecerse. Desde el momento en que se conocieron fueron dos, socios en lo peor y los mejores amigos. Sin embargo, la vida ha cambiado. Ahora, Ben está casado. Rachel no. De hecho, los hombres de su vida han hecho que casi acabe por querer tomar los hábitos…

Sin embargo, en una fracción de segundo, nada más verle, siente que, de nuevo, se reactiva aquella vieja amistad. Y junto a la amistad, su corazón vuelve a estar destrozado porque, en realidad, nunca logró recuperarse. ¿Conseguirá ahora, por fin, al amor de su vida?

 
       

Mhairi McFarlane nació en Escocia en 1976 y desde entonces se ha pasado la vida explicando a todo el mundo cómo se pronuncia su nombre. Vive en Nottingham, donde trabaja como escritora freelance y, a ratos, como bloguera. Disfruta del buen vino, la comida y las compras de ropa; todas ellas, aficiones impresionantes. Vive con un hombre y un gato.En 2013 ganó el premio RoNA por la novela Nada más verte.

    

Llevaba muchísimo tiempo tras este libro, concretamente tras leer su sinopsis cuando la editorial anunciaba que lo iba a publicar, así que ya os podéis imaginar los dientes largos y a rastras por el suelo que llevé durante mucho tiempo, al menos hasta ahora. Nada más tenerlo en mi tablet empecé a leerlo, me duró un suspiro y acabé encantadísima, así, en plan resumen. Mira que es raro, pero a veces las primeras impresiones y tener las expectativas altas no es tan malo como parece.

En Nada más verte, Rachel, una protagonista a la que he adorado desde el principio, vuelve a encontrarse con Ben, su mejor amigo de la universidad con el que no ha tenido contacto desde entonces. Ambos mantenían una amistad especial, pero por circunstancias de la vida, que irán desvelándose en forma de flashbacks y poco a poco a medida que avanza la historia, perdieron el contacto y Rachel se encuentra que mientras ella acaba de romper su compromiso con su prometido a poco tiempo de la boda, a Ben no le han ido nada mal las cosas y ahora es abogado y además, está casado.

Y mientras le estoy contemplando, sintiendo como si las entrañas se me licuaran, él sigue charlando con la camarera de mediana edad que le está sirviendo los cafés como si nada. Para mí, todo esto supone un acontecimiento de proporciones épicas. Para él, solo soy una referencia histórica a pie de página. Esta enorme disparidad lo único que augura es un enorme problema. Si estuviéramos en un cuento de hadas, estaría sufriendo de un ataque de sed insaciable delante de una botella en cuya etiqueta pone «veneno» con mayúsculas. Por ahora, sin embargo, me va a saber a café con leche.

Y es en ese momento en el que se encuentran “por casualidad” en el que ambos intentan volver a empezar y retomar esa amistad tan increíble que tenían, pero esta vez de adultos, mucho más cambiados desde su época de la universidad, aunque en definitiva, sigan siendo los mismos.

Hay tantas cosas que me han llegado a encantar de esta novela, que realmente no sé por dónde empezar. Para empezar, diré que la narración de la autora es increíble y completamente absorbente. Me he reído muchísimo en muchos momentos, los diálogos son geniales y la forma en la que está conducida la historia es genial. Ha conseguido que me meta de lleno dentro de ella, tanto que incluso ha hecho que me ponga a llorar al final (y eso que no estoy en plan susceptible). El caso es que he disfrutado muchísimo y casi me emociono cuando al final del libro aparece la portada de otra novela de esta misma autora como próxima publicación en castellano. Me ha alegrado el día.

—¿Y qué me dices de ti, Rachel? —pregunta Olivia. Todas las miradas se posan en mí—. ¿Te gustaría tener hijos algún día?

    —Pues... —La pregunta me ha pillado con un tenedor lleno de ensalada a mitad de camino de la boca, de modo que para no parecer un primate de Gorilas en la niebla en plena selva, siendo observado por cinco Dian Fossey, vuelvo a bajarlo y lo dejo en el borde del plato—. No está en lo más alto de mi lista de prioridades, pero sí. ¿Por qué no? Siempre que encuentre a alguien con quien tenerlos. —Se produce un incómodo y largo silencio, auspiciado quizá por el intento de emparejamiento que han ideado. Al final decido continuar—: Y no le des mayor importancia a lo que dicen los especialistas en fertilidad. Al fin y al cabo su trabajo consiste en eso, en decirte cuándo y cómo tener hijos. Lo mismo que un hepatólogo te dirá que no bebas nada de alcohol y un cardiólogo que no utilices la mantequilla para cocinar.

Como bien he mencionado antes, los diálogos son geniales y más cuando los conduce Rachel, una protagonista que me siento orgullosa de haber conocido. Me encantan las protagonistas divertidas, sinceras y un poco alocadas y ella cumple todos estos requisitos a la perfección. Por otro lado, he acabado encantadísima con Ben. Si ya os digo yo que con esta novela no puedo quejarme ni de protagonistas ni de historia; he acabado feliz como una perdiz.

Nada más verte es una novela romántica de lo más realista, con unos personajes muy bien caracterizados que le añaden ese toque final a una historia ya de por sí de lo más entretenida, divertida y romántica de principio a fin. Una de esas novelas que no voy a cansarme de recomendar hasta el fin de los tiempos, por lo bien que me lo ha hecho pasar a mí y lo bien que espero que os lo haga pasar a vosotros.

 

Nos leemos!!

Muchas gracias a la editorial por el envío del ejemplar